El plátano en México: de fruta extranjera a la más consumida del país
Aunque no es originario de América, el plátano encontró en México su segundo hogar, convirtiéndose en parte esencial de la dieta y la cultura nacional.

Introducido por los españoles durante la Conquista, el plátano fue adoptado rápidamente por los pueblos originarios. Hoy es la fruta más consumida en México, con ocho variedades cultivadas en 16 estados.
La llegada del plátano a tierras mexicanas
Durante el periodo de la Conquista, llegaron a México una gran variedad de frutas traídas por los europeos. Entre ellas se encontraba el plátano, una fruta exótica que, con el paso del tiempo, se integró completamente a la gastronomía local y se convirtió en uno de los cultivos más importantes del país. Aunque se suele confundir su origen, el plátano no es nativo de América, sino de Asia, y llegó a México tras pasar por África y las Islas Canarias.
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¿Quién lo trajo a México?
Se cree que fue introducido por Francisco Cortés en 1525, al distribuir semillas entre los pueblos indígenas. Otra versión señala a Vasco de Quiroga, conocido como Tata Vasco, quien impulsó proyectos agrícolas entre comunidades indígenas, incluyendo el cultivo del plátano. Para finales del siglo XVI, ya formaba parte de la vida cotidiana en la Nueva España.
Una fruta versátil y esencial
Desde sus inicios, el plátano se adaptó bien a las tierras mexicanas. Sus hojas fueron utilizadas para preparar tamales en Michoacán, y el fruto en diversas formas: como tortillas con el plátano verde, y como pan en su estado maduro, especialmente en la región de la Nueva Galicia. También sirvió para fabricar techos improvisados y cuerdas.
Actualmente, el plátano es la planta tropical más sembrada y la fruta más consumida en México. Se producen ocho variedades en 16 estados, y tan solo el año pasado, la producción aumentó un 2.9 %. Su integración a la vida cotidiana es tal que muchos lo consideran parte de la identidad gastronómica nacional.