En el estado de Veracruz, una de las tradiciones más emblemáticas para despedir el año es la quema del “Viejo”. Este ritual, lleno de simbolismo y cargado de alegría popular, representa el cierre de ciclos y la oportunidad de comenzar de nuevo. Pero, ¿de dónde proviene esta tradición que ha unido a generaciones en la costa veracruzana?
Se dice que el origen del “Viejo Quemado” está relacionado con antiguas prácticas españolas que llegaron durante la época colonial, las cuales combinaban elementos de renovación con ceremonias de purificación a través del fuego. Con el paso del tiempo, estas costumbres fueron fusionándose con las creencias locales, creando un acto festivo que refleja el sincretismo cultural característico de México.
En este ritual, los habitantes confeccionan un muñeco, conocido como el “Viejo”, con ropa vieja y materiales combustibles. El muñeco simboliza el año que termina, cargado de las experiencias, preocupaciones y malos momentos. Al encenderlo, no solo se despiden del pasado, sino que también piden un futuro lleno de prosperidad y buenas energías.
Hoy en día, la quema del “Viejo” sigue siendo motivo de fiesta, música y convivencia comunitaria en Veracruz. Acompañada de versos humorísticos y buenos deseos, esta tradición no solo ilumina la noche del 31 de diciembre, sino también el espíritu de quienes participan, recordándonos que siempre hay una oportunidad para renacer.
