Ganaderos del norte de Veracruz recuperan producción lechera tras siete años de sequía
La bonanza vuelve al sector ganadero, pero se avecinan retos por el envejecimiento de los hatos bovinos
Después de más de siete años de una intensa sequía que azotó al norte de Veracruz, los ganaderos de la región han logrado recuperar al 100% la producción de leche. Este resurgimiento se debe a las recientes lluvias que han reverdecido los potreros, poniendo fin a una crisis que devastó pastizales, secó cuerpos de agua y redujo drásticamente la producción ganadera desde el año 2017.
La ganadería es una de las principales actividades económicas en los municipios de Pueblo Viejo, Tampico Alto y Ozuluama, los cuales sufrieron severos estragos por la falta de agua. Durante los años más críticos, la producción de leche disminuyó hasta en un 70%, mientras que algunos ganaderos, incapaces de enfrentar el estiaje, tuvieron que detener por completo el ordeño.
Juan José Betancourt del Ángel, presidente de la Asociación Ganadera de Ozuluama, señaló que actualmente la producción lechera en las unidades ganaderas ha vuelto a su capacidad total, lo que ha dado un respiro financiero a los productores, quienes anteriormente tuvieron que destinar grandes cantidades de dinero a la compra de pastura y agua para mantener sus animales vivos.
Sin embargo, aunque la situación ha mejorado, Betancourt advirtió que se avecinan nuevos desafíos. Uno de ellos es la llegada del invierno, cuando la producción de leche puede verse afectada nuevamente debido a que las vacas consumen menos agua y alimento con el descenso de las temperaturas, lo que se traduce en una menor producción.
Además, la sequía obligó a muchos ganaderos a vender terneras y parte de su rebaño para evitar la muerte de animales por falta de recursos. Este sacrificio ha dejado a la mayoría con vacas adultas que ya están al final de su vida productiva, lo que generará problemas en los próximos tres o cuatro años, cuando los hatos bovinos envejezcan y no haya suficientes vacas jóvenes para reemplazarlas.
“El envejecimiento del ganado será un reto importante”, explicó Betancourt, ya que los ganaderos tendrán que recurrir a la compra de vientres para asegurar la producción de becerros y leche en el futuro.
Para los grandes productores, la venta de leche representa una fuente importante de ingresos que les permite mantener sus ranchos y hatos. Sin embargo, para muchas familias rurales del norte de Veracruz, la producción de leche es su único sustento, por lo que la merma generada por la sequía impactó gravemente sus ingresos.
A pesar de la recuperación actual, los ganaderos saben que los próximos años presentarán retos complejos. Además de enfrentar la disminución de su ganado productivo, deberán prepararse para lidiar con los efectos de fenómenos climáticos extremos, que pueden volver a afectar tanto la producción como la economía de la región.
