Daños por sequía en Veracruz afectan principalmente a cítricos y chayote
Autoridades inician cuantificación de daños mientras la producción agrícola enfrenta aumentos de precios

Hasta el momento, no se ha cuantificado la superficie ni la cantidad de producción agrícola afectada por la intensa sequía que ha azotado el estado de Veracruz en 2024. Sin embargo, las primeras estimaciones indican que los daños se concentran principalmente en los cultivos de cítricos y chayote.
María Josefa Hernández Santiago, subsecretaria de Desarrollo Rural, Agronegocios e Infraestructura de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa), informó que la empresa aseguradora contratada por el gobierno estatal está en proceso de cuantificación de los daños provocados por la sequía. Según los recorridos realizados por personal de Sedarpa, los daños se han observado principalmente en los municipios del norte del estado, como Martínez de la Torre, Papantla, Álamo Temapache, Gutiérrez Zamora, Tecolutla y Castillo de Teayo, conocidos por su producción citrícola.
En las zonas bajas, como el municipio de Actopan, el chayote ha sido el producto más afectado. La escasez resultante ha llevado a un notable aumento en los precios de este vegetal tanto en mercados populares como en supermercados.
“La aseguradora está realizando su recorrido para determinar la magnitud exacta de las afectaciones. Además, los ayuntamientos también colaborarán en la evaluación de los daños en los cultivos”, señaló Hernández Santiago. “En los cultivos que hemos visitado personalmente, hemos detectado daños en los cítricos y en el chayote”, añadió.
En otro ámbito, la subsecretaria destacó que durante la actual administración se ha logrado reducir el uso de glifosato en un 20%, lo que equivale a más de un millón de toneladas de productos agrícolas en una superficie de 255 mil hectáreas. Este agroquímico, que se usa para promover el crecimiento de las plantas, ha sido vinculado a la contaminación y problemas de salud.
En respuesta a estos problemas, se han buscado alternativas más amigables con el medio ambiente para fortalecer la producción agrícola. Estas alternativas se enfocan en prácticas agrícolas sostenibles en lugar de sustituir el glifosato con químicos artificiales. Estos esfuerzos han sido apoyados por programas como Sembrando Vida, Producción por el Bienestar y el programa de Conacyt, que incentivan la tecnificación y la investigación agrícola.