Opinión

Rito de Flores

El astro rey, el sol se une con la diosa del deseo, Venus retro, en el grado 2 de Aries, el signo de los inicios y se le llama el Venus Star Point. Es la punta de una estrella de cinco puntas. Algo muy importante sucede y nace a partir de ahora en cuestiones de amor, proyectos, socios, finanzas, relaciones, deseo y pasiones en el área dónde está Aries en tu carta natal.

Está conjunción de Venus Star Point en Aries termina al mismo tiempo un proceso que comenzó en 2017 con esta conjunción, pero en Leo. Ahora es un nuevo comienzo, con Venus retro que nos lleva a una reflexión sobre lo que realmente deseamos, y somos, un tipo de actualización. Al darse en un portal entre eclipses, la energía de lo predestinado se hace presente mostrando que estamos justo dónde y con quienes debemos estar.

La energía de la diosa Venus nos invita abrirnos, hablar con el corazón abierto, sin miedo y con amor, porque nuestra conexión vale más que cualquier malentendido.

Nadie nos lo explica, pero las relaciones duraderas y saludables abarcan más que solo amor; implican un compromiso diario de atención, diálogos difíciles, gestos de afecto, apoyo sin reservas, desacuerdos y desarrollo conjunto. Lo hermoso requiere esfuerzo y dedicación constante. Eso que llamo ser valientes, amar en profundidad implica valentía.

Ojalá todos fuéramos conscientes de lo importante que es tener empatía con los sentimientos de los demás. Tener la capacidad de decir “yo sé que eso le haría daño, no lo haré” podría cambiar tantas cosas.
Hoy creo en el amor bonito, porque sí llega, pero llega a su tiempo, cuando primero aprendiste a soltar, cuando el pasado lo dejaste muy atrás, cuando te esforzaste por volver a estar bien y lo lograste, cuando te volviste muy exigente con el tipo de relación que buscas, cuando le perdiste el miedo a la soledad, cuando no te conformas y si algo no es para ti entonces te vas, cuando te dedicaste a ser feliz, a tus sueños, a estar con los que quieres y dejaste de preocuparte por cuando el amor llegaba.

Y ahí, un día sin estarlo esperando, sin forzarlo y sin andar con las prisas, de pronto llegó y lo supiste desde el primer segundo, porque tenías el corazón listo y esa persona también estaba lista para ti.
Cuando eso sucede te das cuenta que un amor bonito es transformador y luz.

Por mucho tiempo creí que mi intensidad era un defecto.

Me dijeron que sentía demasiado, que amaba demasiado, que quería demasiado. Que debía bajar el volumen de mi voz, de mi risa, de mi deseo, de mis sueños. Me convencieron de que ser intensa era ser exagerada. Pero hoy sé que estaban equivocados.

Hoy abrazo mi intensidad con la misma fuerza con la que amo, con la misma pasión con la que persigo lo que quiero. Ya no pido permiso para sentir ni me disculpo por desbordarme. Porque mi intensidad no es un error, es mi esencia.

Soy intensa para amar, porque no sé querer a medias. O entrego todo o no entrego nada. Y sé que merezco un amor que no me pida que me apague, que no me tema, que no intente domesticar mi fuego.
Soy intensa para olvidar, porque cuando cierro una puerta, lo hago con la certeza de que lo que no era mío no tenía por qué quedarse.

Soy intensa para trabajar, porque cuando creo en algo, me sumerjo hasta el fondo. No busco caminos fáciles, busco caminos que me desafíen, que me hagan crecer, que me reten a ser más de lo que fui ayer.
Soy intensa para sentir, porque vine a esta vida a experimentarla sin miedo, a vibrar con cada emoción, a llorar cuando duela y a reír hasta que me duelan las costillas.

Soy intensa para soñar, porque el mundo pertenece a los que se atreven, a los que no aceptan migajas, a los que van tras lo que merecen sin pedir disculpas.

Hoy me miro en el espejo y me reconozco. Me acepto. Me amo. Me defiendo. Pongo límites.
No hay nada en mí que deba encogerse, nada que deba callarse, nada que deba ser menos de lo que es. Porque ser intensa no es un defecto. Es mi mayor virtud.

Hoy sé que el amor que me merezco sabe verlo, valorarlo y corresponderlo.

En ocasiones, el Universo necesita tiempo para alinear las circunstancias de manera perfecta, aunque no siempre entendamos por qué las cosas no suceden como queremos en el momento que esperamos. Los caminos más grandes y las bendiciones más profundas a menudo vienen con un poco de espera.

No te apresures. Lo que es para ti llegará en el tiempo perfecto, cuando estés completamente listo para recibirlo. Confía en los tiempos divinos y suelta la ansiedad. Todo está ocurriendo para tu bien, aunque no lo veas aún.

Felicidades a los Aries de mi vida!! El eclipse del 29 de marzo es un regalo del Universo para ustedes.

Artículos Relacionados

Back to top button