En las tranquilas noches de Veracruz, la leyenda del puente de Metlac se erige como una historia que ha perdurado en el tiempo, tejiendo un manto de misterio y suspenso sobre esta antigua estructura. Hace algunos años, una familia vivió una experiencia que los dejó con un recuerdo imborrable y reavivó las historias de fantasmas que rodean este emblemático lugar.
Mientras viajaban de regreso a Metlac después de un fin de semana en Veracruz, una familia se encontró con una situación inusual al atravesar el puente. En medio de la oscuridad, avistaron a una mujer con un niño en brazos, visiblemente agitada y con el rostro marcado por moretones. Movidos por la compasión, decidieron detenerse para ofrecer ayuda.
La mujer, con voz temblorosa, les relató una historia de abuso y desesperación, explicando que estaba huyendo de su esposo alcohólico. Conmovidos por su relato, la familia le ofreció alojamiento en su hogar para que pudiera descansar y reponerse. Sin despertar a sus hijos, la mujer y el niño se acomodaron en la parte trasera del auto y partieron hacia su destino.
Al llegar a casa, prepararon una habitación para la mujer y su hijo, pero al amanecer, descubrieron con sorpresa que habían desaparecido sin dejar rastro. Intrigados, buscaron información sobre la misteriosa mujer y descubrieron que se trataba de un espíritu que había fallecido en un trágico accidente en el puente de Metlac meses atrás.
Conmovidos por la experiencia, la familia dedicó misas por el alma de la joven y su hijo, pero el recuerdo de aquella noche permaneció vivo en sus memorias, convirtiéndose en parte de la rica tradición de leyendas que rodea al puente de Metlac.
