 
Sobre la calle Saltillo, en la colonia Progreso del municipio de Xalapa, se aprecia un ataúd blanco colocado a mitad de la calle. Alrededor del cajón de madera hay decenas de flores blancas, amarillas y azules que llevaron amigos y familiares de José Armando, como un último presente.
Arriba del cajón de madera hay una playera del Club Cruz Azul, un obsequio que el equipo de futbol profesional envió a la capital de Veracruz, tras enterarse de la existencia de un pequeño de 14 años de edad que luchaba contra el cáncer y uno de sus mayores deseos era conocer a sus ídolos, los jugadores de ese conjunto.
También sobre el ataúd blanco resalta una fotografía, donde Armando posa con sonriente, una característica suya que contagió a xalapeños, personas de países como Argentina, Italia, Chile, España y connacionales que viven en Estados Unidos, que apoyaron en la organización de su fiesta de cumpleaños, el 24 de febrero, uno de los dos sueños del menor.
El pequeño Armando se robó el corazón de los xalapeños en el mes de febrero, cuando, a través de un video que se difundió en redes sociales, contó parte de su historia y su decisión de no recibir más quimioterapia. El menor que padecía leucemia linfoblástica desde los 5, anunció que había recaído, y que lo único que deseaba era celebrar su cumpleaños número 14.
El adolescente nunca había celebrado una fiesta de cumpleaños. Desde los 5 años fue diagnosticado con leucemia linfoblástica y fue sometido a decenas de quimioterapias para erradicar el cáncer.
Si bien, logró mejorar por un tiempo, en octubre del 2023 su oncólogo le informó que la enfermedad había regresado y que debía ser sometido a más quimioterapias para tratar de contrarrestar el cáncer.
Armando decidió que ya no recibiría más el tratamiento médico y, como un deseo, pidió a su mamá Leonor Guzmán Cruz organizarle una fiesta de cumpleaños, sin embargo, por su condición económica, decidieron pedir apoyo en redes sociales a los xalapeños.
De las últimas actividades de Armando, cuenta, acudió a un ensayo de la Marching Band del Colegio de Bachilleres de Veracruz (Cobaev), que prácticamente le ofrecieron un concierto, “él estaba muy animado, pero después de ahí empezó a decaer”.
Armando salió de su casa en punto de las cuatro de la tarde, fue llevado al crematorio de la comunidad de la Orduña en el municipio de Coatepec. Como último deseó, dice Rafael, sus cenizas se quedarán en casa con su mamá y su hermana.
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