Estados Unidos censura miles de libros que alcanzan a García Márquez, Allende y Esquivel

Incremento histórico de prohibiciones de libros en escuelas y bibliotecas

La organización PEN America, que documenta casos de censura literaria en todo Estados Unidos, ha advertido que la prohibición de libros en bibliotecas escolares públicas se ha convertido en una práctica generalizada y estructural, afectando a estudiantes en 45 estados y 451 distritos escolares desde 2021.

Entre el 1 de julio de 2024 y el 30 de junio de 2025, la cifra de incidentes llegó a 6 870 casos en 23 estados y 87 distritos escolares, un nivel que los expertos describen como sin precedentes.

La mayoría de estas prohibiciones no siempre implican una orden explícita de retiro: muchas veces se trata de restricciones por temas o criterios ideológicos que limitan o eliminan el acceso a títulos que tratan asuntos sobre raza, género, sexualidad y diversidad cultural.

Clásicos latinoamericanos entre las obras censuradas

Dentro de los títulos afectados por las medidas de censura en estados como Florida, Texas y otros, se encuentran clásicos de la literatura hispanoamericana que han sido retirados de bibliotecas escolares o restringidos bajo criterios de “contenido inapropiado” o por supuestamente promover ideas que algunos grupos consideran controvertidas. Entre estos figuran:

• Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez.
• La casa de los espíritus de Isabel Allende.
• Como agua para chocolate de Laura Esquivel.
• Otras obras de autores latinoamericanos como Rudolfo Anaya y Sandra Cisneros también han sido vetadas en ciertos distritos.

Organizaciones defensoras de la lectura y la libertad de expresión han señalado que estos vetos discriminan indirectamente a las voces culturales diversas, pues una parte significativa de los títulos censurados presentan personajes de color o exploran identidades y experiencias históricas que no encajan en los criterios restrictivos.

Impacto en temas de diversidad cultural y derechos civiles

Los datos de PEN America muestran que más de un tercio de los libros censurados presentan personajes o personas de color, mientras que una cuarta parte está relacionada con identidades LGBTQ+ o temas de género, lo que resalta el sesgo en las decisiones de retiro de materiales.

Críticos argumentan que estas medidas no solo afectan el acceso a la literatura, sino también limitaciones al derecho a la educación integral, ya que muchas obras prohibidas ofrecen perspectivas culturales, históricas y sociales valiosas para los estudiantes.

Debate nacional sobre libertad de lectura y censura

El fenómeno de prohibición de libros ha generado un intenso debate en Estados Unidos. Grupos de bibliotecarios, educadores y defensores de la libertad de expresión han denunciado que muchas de estas prohibiciones se originan en presiones políticas o ideológicas, no en decisiones pedagógicas, y han organizado campañas como la Banned Books Week para destacar la importancia de proteger el acceso a la lectura.

Mientras tanto, medidas legales y decisiones judiciales recientes en casos como los de Texas, donde la Corte Suprema se negó a revisar apelaciones contra la retirada de libros en bibliotecas, han reforzado la preocupación de activistas sobre la normalización de la censura dentro del sistema educativo estadounidense.

Consecuencias y perspectivas

Organizaciones como PEN America llaman a que legisladores, educadores, padres de familia y comunidades participen en el debate sobre libertad de lectura, haciendo hincapié en que el acceso a diversos contenidos literarios es un componente esencial del aprendizaje y la formación crítica de los estudiantes.

La expansión de prohibiciones, según los informes, representa un desafío para los principios de libertad de información y podría tener efectos duraderos sobre cómo las nuevas generaciones acceden al conocimiento y a la diversidad de ideas.