El helado casero es una de las preparaciones más versátiles y refrescantes de la gastronomía. Con pocos ingredientes y sin necesidad de máquinas profesionales, puedes elaborar sabores únicos en tu propia cocina.
Aquí te mostramos cómo prepararlo y te damos tres recetas irresistibles: vainilla, fresa y chocolate.
La base del helado casero
Para elaborar un helado casero se necesitan ingredientes básicos:
- 500 ml de crema para batir.
- 250 ml de leche entera.
- 150 g de azúcar.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional).
La mezcla debe batirse hasta integrar todos los ingredientes y, posteriormente, congelarse en un recipiente hermético. Para evitar cristales de hielo, es recomendable remover cada 30 minutos durante las primeras 3 horas de congelación.
Tres sabores clásicos de helado casero
1. Helado de vainilla
Agrega a la base dos cucharaditas de esencia de vainilla natural o una vaina raspada. Su sabor suave lo convierte en un acompañamiento ideal para postres como brownies, pasteles o frutas.
2. Helado de fresa
Licúa 250 g de fresas frescas con 3 cucharadas de azúcar y añade el puré a la base del helado. El resultado es una crema afrutada, fresca y con un color vibrante.
3. Helado de chocolate
Derrite 150 g de chocolate semiamargo e incorpóralo a la base junto con 2 cucharadas de cacao en polvo. Obtendrás un helado intenso y cremoso, perfecto para los amantes del chocolate.
El toque final
Puedes añadir trozos de galleta, nueces, jarabes o frutas para personalizar tus helados. Lo importante es dejar volar la creatividad y adaptar los sabores a tu gusto.
Un postre para toda ocasión
El helado casero no solo es fácil de preparar, también resulta más saludable al poder controlar la cantidad de azúcar y elegir ingredientes naturales. Es ideal para celebraciones, tardes de verano o simplemente para consentirse en casa.
