CoatzacoalcosEstadosMunicipiosVeracruz
Tendencia

¿Sabías que no todos los nacidos en Veracruz son jarochos? Te contamos por qué

No todos los veracruzanos son jarochos: descubre de dónde viene realmente esta palabra y a quiénes se les puede llamar así.

Hoy en día, la palabra jarocho es parte de la identidad cultural de Veracruz y se utiliza con orgullo para describir a sus habitantes, sin embargo, la palabra jarocho se utiliza para referirse a las personas nacidas solo en el Puerto de Veracruz.

En algunos estados del país, también se utiliza para referirse a los veracruzanos en general. El origen etimológico de la palabra tiene varias teorías, pero una de las más aceptadas es la propuesta por el antropólogo Fernando Winfield.

Según esta teoría, jarocho proviene de la palabra jara, que en el sentido antiguo se refería a una vara o garrocha con la que los arrieros puyaban a los animales. También se llamaba jarocho a los vaqueros mulatos del sur de Veracruz, quienes usaban lanzas o garrochas conocidas como jaras para arrear y dominar el ganado al estilo andaluz. Estos vaqueros también eran conocidos como jarochos.

Con el tiempo, la designación se popularizó y se aplicó a los habitantes de la región de Sotavento, descendientes de indígenas y africanos, que vivían al sur de Veracruz. Estos jarochos no solo representaban a los vaqueros, sino a toda la población trabajadora libre dedicada a montar a caballo, capturar ganado y manejarlo.

Esta misma designación recibían los milicianos negros integrados en los cuerpos o compañías de lanceros que custodiaban las costas. Estos lanceros negros formaron las milicias que defendieron el régimen español durante la Independencia de México.

La historia de la palabra “Jarocho

Llamarle a esto vaqueros arrieros jarochos se popularizó hasta el siglo XIX, según el historiador José Velasco Toro, quien afirma que los jarochos eran contratados por un sueldo a cambio de desempeñar actividades en la época novohispana, era un tipo de “chalán” o ayudante.

Hay que recordar que en México, sobre todo en Veracruz, llegaron muchos africanos esclavos, y cimarrones (negros huidos), ya que los hacendados optaron por darles refugio a cambio de trabajo y un poco de protección a sus propiedades. Pero conforme transcurrió el periodo virreinal, comenzó a proliferar en el Sotavento, una población descendiente de indígenas y africanos: los mulatos, que luego serían llamados jarochos y podían ser libres siempre y cuando nacieran de madres indígenas.

Negros esclavos, huidos, libertos, mulatos, moriscos y más clasificaciones de castas que se impusieron en la Nueva España produjo una clase trabajadora libre dedicada a montar a caballo, capturarlo, al quebranto y manejo del ganado vacuno, que justo vivía al sur de Veracruz, la cual ya no solo representaba a los vaqueros, sino al Sotavento en general.

Los Jarochos hoy

La región geográfica y cultural del Sotavento se ha reducido a Papaloapan y Coatzacoalcos. De hecho, Veracruz es un Estado lleno de mestizaje, además que la clasificación de las castas; siendo que existen poblaciones nahuas, popolucas, mixes, mazatecas, zapotecas, chinantecas, totonacas, mayas y muchos más, pero por otras características, a todo veracruzano se le llama jarocho.

Esto por dos razones: para el siglo XIX “ser Jarocho” comenzó a significar “la esencia de lo propio”, no solo de los llanos y del campo sotaventino; sino también de esferas más altas y urbanas, entre cuyos miembros estaban los políticos liberales del puerto de Veracruz, además de que a principios del siglo XX surge el son jarocho.

El baile (estereotípico) de los jarochos es el “zapateado” o son jarocho de todo Veracruz. Se toca con música de jaranas, requinto, arpa, pandero y quijada de burro, entre otros instrumentos y se baila sobre una mesa, zapateando. Se acepta, tiene un origen campesino.

El son jarocho, como en casi ninguna otra forma musical de México, conjunta tres raíces étnicas: la india, la negra (en los ritmos) y la europea (en los instrumentos y armonías).

El estereotipo del jarocho, no de la jarocha (ese es de otro artículo) es: guayabera blanca con paliacate rojo al cuello amarrado al frente ajustado con una argolla dorada, pantalón blanco y sombrero de cuatro pedradas; incluso los “botines” suelen ser blancos. En el caso de la vestimenta femenina también predomina el color blanco en las prendas, faldas anchas con bordes y encajes, (blusa, falda, enaguas, chalina y zapatos).

René Herrera

Con formación en Relaciones Internacionales por la UQROO Campus Chetumal, combino mi interés por los temas globales y virales con la creación de contenido dinámico. Apasionado por la música, las series y el entretenimiento.

Artículos Relacionados

Back to top button