
Las grandes urbes de México han dejado de ser simples puntos de paso para convertirse en destinos por derecho propio.
CDMX, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Oaxaca o Mérida están atrayendo a turistas nacionales e internacionales gracias a su riqueza cultural, propuestas modernas y experiencias únicas que mezclan tradición y vanguardia.
La Ciudad de México encabeza esta transformación. Barrios como Roma, Condesa, Coyoacán y el Centro Histórico ofrecen una experiencia donde conviven murales de Rivera, cafés de autor, arquitectura porfiriana y museos de talla mundial como el Soumaya, el Frida Kahlo o el Museo de Antropología. Además, eventos como el desfile del Día de Muertos o la Fórmula 1 han elevado su perfil internacional.
En Guadalajara, el turismo urbano ha encontrado en el arte, la música y la cocina una nueva carta de presentación. La Perla Tapatía atrae con su escena de mariachi, el Festival Internacional del Cine y una vida nocturna vibrante, sin perder su tradición jalisciense de tequila, charrería y artesanías.
Monterrey, con su carácter industrial, ha sabido reinventarse como un centro de negocios, conciertos y turismo urbano. Espacios como el Parque Fundidora, el Paseo Santa Lucía y el Distrito Purísima-Alameda destacan por integrar naturaleza, arte público y modernidad arquitectónica, atrayendo a jóvenes exploradores y emprendedores.
Puebla y Oaxaca representan una joya para el turismo cultural dentro del ámbito urbano. Ambas ciudades fusionan centros históricos reconocidos por la UNESCO con nuevas oleadas de galerías, hoteles boutique y restaurantes galardonados. Su riqueza en festividades, como la Guelaguetza o la Semana Santa, hace de sus calles un espectáculo constante.
La tendencia también ha impactado a ciudades medianas como Querétaro, San Luis Potosí o Mérida, donde el patrimonio colonial convive con desarrollos turísticos que respetan la escala urbana y favorecen al peatón, en sintonía con un nuevo perfil de viajero: más consciente, digital y explorador.
Expertos del sector señalan que el turismo urbano en México ha crecido de manera significativa tras la pandemia, motivado por el aumento del turismo interno, la promoción digital y la búsqueda de experiencias “de cercanía”. Los city tours, rooftops, festivales culturales y recorridos gastronómicos son hoy elementos clave para atraer visitantes.
El turismo urbano no solo genera derrama económica, también revitaliza barrios, impulsa el emprendimiento local y promueve una identidad urbana que se proyecta al mundo.
Con ciudades vivas, diversas y en constante evolución, México apuesta por un modelo de turismo que ya no se limita a sol y playa.