Elecciones en Corea del Sur: victoria de Lee Jae-myung
La votación, que registró una participación del 80%, la más alta desde 1997, se celebró tras seis meses de inestabilidad provocada por la declaración de ley marcial por parte del expresidente Yoon.

El candidato liberal Lee Jae-myung fue electo presidente de Corea del Sur este martes en unas elecciones anticipadas marcadas por la reciente crisis política. Con más del 98% de los votos escrutados, Lee obtuvo el 49.2% frente al 41.5% de su rival conservador Kim Moon-soo, según datos de la comisión electoral.
La votación, que registró una participación del 80%, la más alta desde 1997, se celebró tras seis meses de inestabilidad provocada por la declaración de ley marcial por parte del expresidente Yoon.
El nuevo presidente promete unidad
Desde Seúl, Kim Moon-soo aceptó su derrota y felicitó a Lee Jae-myung, quien asumirá oficialmente el cargo este miércoles.
“Acepto humildemente la elección del pueblo. Enhorabuena al candidato elegido”, declaró Kim.
Lee, de 61 años, agradeció el respaldo y se comprometió a liderar una era de reconciliación nacional. “Hoy todos somos el mismo pueblo orgulloso de esta gran nación. Caminemos juntos”, dijo, aludiendo al clima de división política.
La campaña estuvo marcada por su experiencia personal: el año pasado sobrevivió a un apuñalamiento durante un acto público.
Desafíos para el gobierno de Lee
El presidente electo enfrentará retos significativos, incluyendo la desaceleración económica causada por aranceles internacionales, una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y las crecientes amenazas militares de Corea del Norte.
Según analistas, la elección fue también un juicio público contra la gestión de Yoon, quien en diciembre declaró por unas horas la ley marcial y envió tropas al Parlamento.
El caos político que siguió —con tres presidentes interinos y múltiples juicios por insurrección— desgastó al bloque conservador y allanó el camino para la victoria de Lee.
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, expresó su respaldo a la transición democrática.
“Estados Unidos y la República de Corea comparten un compromiso férreo con la Alianza”, indicó el Departamento de Estado.
Mientras tanto, la ciudadanía surcoreana espera que este nuevo gobierno permita cerrar un capítulo turbulento y restaurar la estabilidad política.