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Flores, dragones y algo más…

Luz, poder, magia y florecer. En el pasado, la fiesta de XV años era una ceremonia para presentar a la joven como una mujer adulta ante la sociedad. 

Esto ha evolucionado y, más que lo anterior, se celebra el paso de la niñez a la adolescencia, para tomar las riendas para la vida adulta.

Una amiga me decía: “Adolescencia con retos, te llevará a una vida adulta ligera”.

Hoy tengo la fortuna de tener una hija quinceañera de signo Géminis, la dualidad, mi niña de aire, en sol, luna y ascendente. Libertad y cambio.

Gran misión me regala el universo de educarla, guiarla, protegerla, amarla y aceptar que los hijos son como los ríos: llevan su propio curso.

Los padres somos el cauce, el canal natural por donde fluyen y se van empoderando, somos el lecho o camino para guiar el flujo de sus vidas, desde su origen hasta su desembocadura, ya sea en otro río, lago o mar.

Mi Regina, mi joya más preciada: La historia ya te la sabes, pero te la recuerdo. Te vi y me preguntaron: “¿Cómo se va a llamar?”. Dije: “Es una reina, solo puede llamarse Regina”.

¿Qué consejo podría yo darle a una reina llena de sabiduría? Solo creo que puedo darte palabras desde el corazón de una madre. De alma a alma.

Sé intensa, que el desinterés aburre, es mediocre. Lo gris cansa y te hace esclavo. No te quedes con ganas de hacer. Di “no” cuando quieras decir “no”, y “sí” cuando estés convencida que es tu “sí”. Tu esencia y tus valores no son negociables.

Entierra a quien te lastima, no merece tu energía. La ansiedad solo se nutre de dependencia. Ganamos el juego cuando perdemos el miedo. Soltar el temor y empoderarnos es alejar de nuestra vida lo que nos hace daño. No te quedes donde no crezcas y te limites.

No regales tu tiempo, tu energía y tu trabajo.  Nunca olvides que el tiempo, es un recurso no renovable.

Ama intensamente. Cuando no sepas qué hacer, no hagas nada, pero cuando quieras hacer algo, corre tras ello. Vive tus aventuras, no te calles, no te quedes con las ganas de dar un beso que quieras dar, de comerte ese helado de tres chocolates doble. Si te gusta una blusa póntela. Si una canción te vibra, no dejes de cantarla, así sean mil veces vuelve a vibrarla, si quieres cortarte el cabello, córtatelo, sin miedo.

No dejes que nadie te diga cómo vivir tu propia vida, es una tragedia vivir la vida a “chiquitencias”. Sé abundante, date abundante, que el universo responde a la abundancia. Quítate los miedos a no tener, que te tienes a ti. Vive con pasión, con esas ganas de tener aventuras, de respirar nuevos olores, de probar otros sabores, de que otros aires se impregnen en tu piel y cuando estes en ellos, suelta el cabello, despéinate, que le den brillo energías nuevas.

No olvides que lo correcto es lo correcto, incluso si nadie lo hace, y lo incorrecto es incorrecto, incluso si todos lo hacen.

Nunca dejes de escucharte, tu intuición es tu poder.

No te preguntes “¿Por qué no me elige?” Mejor pregúntate “¿Por qué sigo eligiendo a quien no me ve?”.

Nunca olvides que tu cuerpo es perfecto, que te sostiene, que la única que debe validarlo eres tú, nadie más. Cuídalo, hidrátalo, ámalo, muévelo, come sano, quédate en silencio, llévalo a la sauna, ejercita la mente, purifícalo con sal, dale descanso, date masajes, abrázalo a diario. Elevar tu vibración es hacerte feliz.

Emana amor, no te juzgues, solo vuelve a ti.

Si lo dejas de ver y cuidar, siempre verás el de enfrente más perfecto que el tuyo.

Puedes usar la mejor ropa, maquillarte, tomarte fotos en lugares increíbles, hacerte cambios en tu físico, lo que te haga sentir mejor externamente, pero si no te transformas internamente, no podrás disfrutar más allá del caparazón, ni podrán amarte más allá de la fachada.

Si la apariencia te impide reír a carcajadas, las poses te hacen perder la espontaneidad y no quieres mostrarte vulnerable, será difícil conectar con otros. Deja que salga la belleza detrás de la ficción.

Sonríe con el alma. Corta las creencias limitantes que te hemos heredado sin pensarlo, evoluciona a tus padres. No quiero que te parezcas a mí ni en una pestaña. Tú no eres mi espejo ni una extensión de mí.

Eres tú: única, salvaje, valiente, indispensable, libre.

No quiero que seas lo que yo no pude ser, no quiero que camines caminos que no escogiste.

Vende helados, en tus vacaciones trabaja en Oxxo, lee libros de culturas indígenas, ve a conciertos de coreanos, come pollo agridulce, recorta fotos, ponte mascarillas, recorre la ciudad en bici, si eso te hace feliz. Protege tu sensibilidad para continuar siendo luz.

Ve las nubes, conecta con la luna, persigue mariposas, abraza árboles, toma el sol, conecta con la tierra, mójate bajo la lluvia, zarandea a la vida con tus risas y que tus cuarzos te acompañen. Porque eso es libertad y tú llegaste a este plano a ser alma libre.

Porque al hacer todo lo que tú alma vibre te das amor, ese amor es el más puro y transformador que puedas experimentar, el más poderoso que se regresará en polvos de estrellas para que brilles siempre.

No sigas a nadie, no creas todo lo que te digan, siempre hay un libro cerca para averiguar más.

Haz lo que te apetezca, lo que te encienda. Sé mar, sé montaña y sé fuego. Que la energía de las diosas acompañen tus luces y sombras.

Eres un ser maravilloso, con un corazón hermoso. Me siento honrada y orgullosa de ser tu mamá. Siempre ten presente que te amo con todo mi corazón y siempre te amaré.

Cuando quieras parar las aguas, aquí siempre tienes un cauce para descansar.

Con amor eterno, tu mami.

Que la vida te siga llenando de flores y sigas haciendo de ti un Rito de Flores.

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