Musk inconforme y decepcionado con la propuesta presupuestaria de Trump

El empresario Elon Musk ha manifestado públicamente su inconformidad con el proyecto presupuestario impulsado por el presidente Donald Trump, marcando así un notable distanciamiento respecto a la administración que él mismo respaldó con generosas donaciones en las elecciones de 2024.
La iniciativa presupuestaria, recientemente aprobada por un estrecho margen en la Cámara de Representantes, contempla significativos recortes fiscales y un aumento del gasto en defensa, y está actualmente a la espera de revisión en el Senado.
Musk, quien ocupó un cargo clave dentro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado para supervisar recortes al gasto federal, expresó su desencanto con el nuevo rumbo de la política fiscal.

En entrevista con CBS News, el empresario calificó de “decepcionante” el paquete económico, al considerar que deshace parte del trabajo realizado durante su gestión como asesor presidencial para la reducción del gasto público.
Durante su periodo en el DOGE, Musk fue responsable de eliminar fondos destinados a programas de asistencia exterior y otros gastos considerados innecesarios por la administración, antes de anunciar su salida del cargo a principios de este año.
Según estimaciones independientes, el plan presupuestario actual podría incrementar el déficit federal en aproximadamente 600 mil millones de dólares para el próximo ejercicio fiscal, situación que ha generado preocupación incluso dentro del propio Partido Republicano.
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“Creo que un proyecto de ley puede ser grande o hermoso. No sé si puede ser ambas cosas”, señaló Musk, haciendo alusión directa al sobrenombre que Trump ha utilizado para describir la legislación.
El proyecto también contempla extender los recortes fiscales aprobados durante la primera presidencia de Trump en 2017 y elevar el techo de la deuda federal a 4 billones de dólares. Además, incluye financiamiento para reforzar políticas migratorias, entre ellas las deportaciones masivas, una de las promesas centrales del actual mandato.
Las declaraciones de Musk se producen en medio de una creciente división dentro del partido gobernante, en donde varios sectores han mostrado reservas respecto al impacto fiscal del proyecto. La figura del empresario, que en el pasado fue vista como una pieza clave para impulsar la eficiencia gubernamental, ha sido objeto de controversia por sus drásticas decisiones en el DOGE, entre ellas el despido masivo de empleados federales.
En las últimas semanas, Musk ha declarado su intención de alejarse de la política para enfocarse en sus compromisos empresariales, en especial al frente de Tesla, compañía que ha enfrentado presiones comerciales por el rol político asumido por su CEO.
El millonario también defendió su gestión en el gobierno, asegurando que las medidas adoptadas respondieron a la necesidad de combatir el despilfarro y el mal uso de fondos públicos. No obstante, un análisis reciente cuestionó la veracidad de los ahorros reportados por el DOGE, estimados en 175 mil millones de dólares.
El distanciamiento entre Musk y Trump podría redefinir el equilibrio entre el poder político y la influencia empresarial dentro del actual panorama político estadounidense, justo cuando el debate presupuestario se intensifica en el Congreso.