
La aplicación de la Ley Seca afecta directamente a restaurantes, bares y tiendas de conveniencia, generando pérdidas de hasta 40% en ingresos. Empresarios advierten que la medida fomenta el mercado informal y no reduce el consumo de alcohol.
Impacto económico en negocios
Cada vez que se implementa la Ley Seca, los sectores de restaurantes, bares y tiendas de bebidas alcohólicas reportan una caída significativa en sus ventas. En algunos casos, las pérdidas pueden alcanzar entre 30% y 60%, afectando especialmente a pequeños comercios.

Pérdidas acumuladas en el sector comercial
De acuerdo con empresarios del ramo, cada aplicación de la Ley Seca representa una caída significativa en ingresos, obligando a negocios a ajustar sus operaciones para amortiguar el impacto. Muchos restaurantes y bares han optado por ofrecer eventos sin venta de alcohol, pero la demanda suele disminuir en estos días, afectando la rentabilidad de los establecimientos.
Aumento del mercado informal
Empresarios han señalado que la prohibición no evita el consumo de alcohol, sino que lo desplaza hacia canales clandestinos. Esto genera un aumento en la venta de bebidas adulteradas y sin control sanitario, poniendo en riesgo la salud pública.
Riesgos de consumo clandestino
El incremento del mercado informal de alcohol durante la Ley Seca preocupa a expertos en salud pública. Sin regulación, la venta clandestina aumenta el riesgo de consumo de bebidas adulteradas, que pueden causar problemas graves para la salud. Además, la falta de control sobre estas transacciones dificulta el seguimiento de posibles incidentes relacionados con su consumo.
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¿Es una medida efectiva?
Diversos sectores han cuestionado la utilidad de la Ley Seca, argumentando que no hay evidencia suficiente de que reduzca incidentes relacionados con el consumo de alcohol. En cambio, afecta la dinámica económica y fomenta compras anticipadas que pueden derivar en consumo excesivo.
Alternativas para minimizar el impacto
Empresarios han propuesto alternativas a la Ley Seca que podrían equilibrar la regulación del consumo sin afectar drásticamente la economía local. Algunos sugieren restricciones parciales en horarios específicos, en lugar de una prohibición total, permitiendo que los negocios sigan operando sin estimular el mercado informal. Otras propuestas incluyen campañas de consumo responsable y reforzamiento de medidas sanitarias en la venta de alcohol.