Acusados del robo a Kim Kardashian niegan cargos pese a evidencias presentadas
En el inicio del juicio en París, los implicados rechazan su participación directa, aunque el ADN y otros indicios los vinculan al millonario atraco de 2016.

En 2016, mientras se encontraba de vacaciones en París, la empresaria fue despojada de varias joyas valuadas en 10 millones de dólares.
Durante el primer día del juicio ante el Tribunal de lo Criminal de París, los encausados por el robo a mano armada a Kim Kardashian negaron su participación, salvo aquellos en contra de quienes existen pruebas concluyentes, minimizando además su intervención.
De las doce personas imputadas inicialmente, diez comparecen en este proceso, ya que uno falleció en marzo pasado y otro se encuentra incapacitado por motivos de salud. La estrategia de defensa de los acusados quedó en evidencia durante esta jornada.
Aomar Ait Khedache, señalado como el cerebro de la operación, se presentó en condiciones de salud deterioradas y respondió mediante escritos debido a sus dificultades auditivas. Ratificó ante el tribunal su declaración previa, negando ser el organizador del asalto perpetrado en el hotel durante la Semana de la Moda de 2016.
Con un amplio historial delictivo, Ait Khedache reconoció haber sido uno de los que ingresó a la habitación tras neutralizar al recepcionista, evidencia sustentada por rastros de ADN en el esparadrapo usado para amordazar a Kardashian y su identificación por parte del recepcionista.
Junto a él, Marc-Alexandre Boyer, quien aseguró no reconocer “nada” de lo que se le imputa, admitió únicamente saber de la existencia de la pistola, supuestamente propiedad de su padre, también involucrado.
Según la investigación, los asaltantes exigieron a punta de pistola el anillo de bodas de Kardashian, un regalo de Kanye West valorado en cuatro millones de dólares, y otras joyas, acumulando un botín de 10 millones de dólares antes de inmovilizar a la víctima y dejarla en la bañera.
Mientras tanto, otros tres miembros del comando vigilaban en la recepción; Yunice Abbas admitió ser uno de ellos, aunque rechazó la imputación de secuestro y negó haber participado en la planificación, recibiendo 60,000 euros de Harmin Ait Khedache.
Harmin, hijo de Aomar, enfrenta cargos por transportar a los perpetradores, aunque afirma desconocer sus intenciones, contradiciendo los hallazgos de la investigación que lo vinculan a comunicaciones estratégicas del grupo.
Otros acusados enfrentan cargos de complicidad, como Christiane Glotin, expareja de Aomar, señalada como enlace con Gary Madar y Florus Heroui, quienes presuntamente aportaron información crucial sobre los movimientos de Kardashian en París.