EE.UU. refuerza controles migratorios: turistas y residentes legales, bajo lupa
La administración Trump intensifica medidas que afectan incluso a personas con visas válidas, generando críticas por su impacto en derechos civiles.
Verificación reforzada: ¿seguridad o exceso?
Bajo el nuevo enfoque denominado “verificación mejorada”, el gobierno de Donald Trump ha endurecido los protocolos migratorios en todo Estados Unidos. Ya no solo se dirigen a personas indocumentadas, sino también a turistas, académicos, activistas e incluso residentes legales. La administración justifica las nuevas reglas como parte de una política más estricta para reforzar la seguridad nacional.
Entre las acciones más controversiales se encuentran interrogatorios más prolongados, revisión de dispositivos electrónicos —como celulares y computadoras—, y el uso de una base de datos para detectar “riesgos potenciales”, que incluye hasta opiniones políticas emitidas en redes sociales.
Casos alarmantes encendieron la alerta
Los reportes de medios como The New York Times revelan situaciones alarmantes: ciudadanos europeos detenidos por errores menores, académicos expulsados por sus publicaciones en línea, e incluso una médica libanesa deportada por tener contenido vinculado con Hezbolá en su teléfono, a pesar de contar con visa válida.
También se ha detectado vigilancia hacia estudiantes y manifestantes en universidades que han protestado contra la guerra en Gaza, lo que despierta inquietudes sobre libertad de expresión y persecución ideológica.
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Reacciones: entre la seguridad y la censura
El Departamento de Seguridad Nacional asegura que las medidas son parte del cumplimiento de la ley, y afirman que la administración anterior no actuó con suficiente firmeza. Sin embargo, expertos y grupos defensores de derechos humanos sostienen que la política tiene tintes autoritarios.
“El objetivo es enfriar el discurso público”, denunció Will Creeley, abogado especializado en libertades civiles. La falta de acusaciones formales contra los detenidos refuerza esta crítica.
Impacto internacional
Gobiernos de Canadá, Alemania y Francia han solicitado explicaciones, y advierten que estas medidas afectan relaciones diplomáticas y el flujo legítimo de viajeros. Mientras tanto, en Estados Unidos, las organizaciones civiles se preparan para impugnar legalmente lo que consideran una peligrosa ampliación del poder migratorio.
