Ley de Enemigos Extranjeros. ¿En qué consiste la nueva arma de Trump contra migrantes?

La Ley de Enemigos Extranjeros, invocada por el presidente estadounidense Donald Trump en “tiempos de guerra”, según él, ante una “invasión” de migrantes, ha desatado una fuerte controversia y una batalla legal.
El gobierno de Estados Unidos habría recurrido a esa ley para deportar el fin de semana a cientos de venezolanos que Trump calificó como “monstruos”. El mandatario sostiene, sin presentar pruebas, que son miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua.
“Gracias a El Salvador y, en particular, al presidente (Nayib) Bukele, por su comprensión ante esta horrible situación (…) ¡No lo olvidaremos!”, escribió en su plataforma Truth Social.
Una ley surgida de una guerra
En 1798, Estados Unidos estaba al borde de un conflicto con Francia y el Partido Federalista temía que los “extranjeros” que vivían en el país simpatizaran con los franceses.
Como resultado, el Congreso, controlado por los federalistas, aprobó una serie de leyes que endurecían los requisitos para la ciudadanía, otorgaban al presidente la facultad de deportar a los “extranjeros” y permitían su detención y encarcelamiento en tiempos de guerra.
De acuerdo con un análisis del Brennan Center for Justice, la ley “puede ser —y ha sido— utilizada contra inmigrantes que no han hecho nada malo, que no han mostrado signos de deslealtad y que están legalmente” en el país.
“Es una autoridad excesivamente amplia que puede violar los derechos constitucionales en tiempos de guerra y está sujeta a abusos en tiempos de paz”, añade el centro.
Esta ley se ha invocado solo tres veces: durante la Guerra de 1812, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial.
El presidente necesita una votación en el Congreso para aplicarla en caso de guerra declarada, pero no en caso de una “invasión o incursión predatoria”.
Tiene la facultad “para repeler este tipo de ataques repentinos”, lo que implica “discreción para decidir cuándo está en curso una invasión o incursión”, indica el centro.
“Estos son tiempos de guerra, porque (el expresidente demócrata Joe Biden) permitió que millones de personas, muchas de ellas criminales, muchos de ellos en las más altas esferas, vaciaran las cárceles (…) en Estados Unidos. Eso es una invasión”, insistió Trump el domingo por la noche.
“Invadieron nuestro país. Esto es una guerra en muchos sentidos. Es más peligroso que la guerra porque, como saben, en la guerra, llevan uniformes”, agregó.
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El sector radical del Partido Republicano considera que el término invasión e incursión puede interpretarse de manera no literal.
Trump apuntó a la pandilla venezolana Tren de Aragua para invocar la ley, calificándola hace semanas como una organización terrorista global.
“A lo largo de los años, las autoridades nacionales y locales venezolanas han cedido un control cada vez mayor sobre sus territorios a organizaciones criminales transnacionales”, sostiene la Casa Blanca.
El Tren de Aragua “lleva a cabo acciones hostiles y libra una guerra irregular contra el territorio de Estados Unidos, tanto directamente como bajo la dirección, clandestina o de otro tipo, del régimen de (el presidente Nicolás) Maduro en Venezuela”, agrega.
Para Trump, “todos los ciudadanos venezolanos de 14 años de edad o más que sean miembros” del Tren de Aragua, que estén en Estados Unidos, no estén naturalizados ni tengan residencia permanente legal, pueden “ser detenidos” y “removidos como Enemigos Extranjeros”, afirma.
Los expertos cuestionan la validez de la ley para deportaciones masivas
Aunque los tribunales aceptaran el argumento de la administración Trump de que “el Tren de Aragua constituye una ‘invasión o incursión depredadora’ por parte de ‘una nación o gobierno extranjero'”, el gobierno estadounidense tendría que convencer a las cortes de que cada uno de los individuos “son miembros” de la organización, explica Steve Vladeck, experto judicial, en Just Security.
“Eso va a requerir una revisión judicial caso por caso y, como ocurrió en los casos de Guantánamo, el gobierno va a perder muchos de esos casos”, predice.
“Todo esto explica por qué, tal como está redactada la proclamación, es difícil ver cómo la Ley de Enemigos Extranjeros pueda convertirse en una herramienta eficaz para expulsar a grandes cantidades de personas de Estados Unidos”, concluye.
Por ahora, el juez de distrito James Boasberg emitió una orden de restricción temporal, primero para impedir la deportación de varios demandantes presuntamente detenidos bajo esa ley, y horas después la amplió para bloquear el uso de la norma contra un colectivo.
El gobierno ha apelado el fallo y ha solicitado que se suspenda hasta que se resuelvan los recursos. A pesar de la orden, deportó a más de 230 personas a El Salvador y un número similar a Honduras, argumentando que cuando se emitió la orden, los aviones ya estaban en vuelo.
“¿Quién en su sano juicio, seas juez o no, quiere [permitir] que TDA [Tren de Aragua], una reconocida organización terrorista enviada aquí por el régimen de [el presidente venezolano, Nicolás] Maduro, cree caos, desestabilice a Estados Unidos mediante el uso de fentanilo para matar a miles de estadounidenses, violencia a ciudadanos estadounidenses, violando y asesinando a mujeres jóvenes en este país…?”, criticó el zar fronterizo Tom Homan en una entrevista este lunes en el programa Fox & Friends.
“El presidente Trump va a hacer que este país vuelva a ser seguro. Lo va a lograr. Un extranjero ilegal a la vez”.
Está prevista una audiencia sobre el fondo del caso el próximo viernes en una corte de distrito, lo que anuncia una batalla legal que podría llegar hasta la Corte Suprema.