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¿Cómo se celebra la Navidad en Veracruz? La historia a lo largo de los años

La Navidad en Veracruz es una mezcla única de colores, sabores y sonidos que reflejan la riqueza cultural de este estado. Desde las antiguas celebraciones familiares hasta las festividades modernas en plazas públicas, las costumbres navideñas veracruzanas han evolucionado, pero mantienen un espíritu cálido y comunitario que las distingue.

A lo largo de los siglos, la Navidad en Veracruz estuvo influenciada por la llegada de los españoles, quienes introdujeron las tradiciones cristianas. Estas prácticas se mezclaron con las culturas indígenas locales, dando lugar a una celebración singular.

Desde épocas coloniales, las posadas navideñas se han llevado a cabo con fervor religioso. Durante nueve días previos a la Nochebuena, las familias recreaban el recorrido de María y José en busca de refugio. Los participantes cantaban letanías, cargaban figuras de los santos peregrinos y terminaban la noche con piñatas de siete picos, representando los pecados capitales, que se rompían entre risas y cantos.

¿Cómo se preparaba la cena tradicional en Veracruz?

Las mesas veracruzanas de antaño se llenaban con delicias locales adaptadas a la temporada:

  • Pavo en mole: Una fusión de ingredientes prehispánicos y europeos.
  • Tamal de masa colada: Hecho con maíz y envuelto en hojas de plátano.
  • Ponche de frutas: Caliente y aromático, con guayaba, tejocote y caña de azúcar.

Los villancicos se cantaban en coro mientras la familia se reunía alrededor del nacimiento, decorado con elementos artesanales, musgo y figuras de barro hechas por artesanos locales.

La Navidad en los pueblos veracruzanos

En las comunidades rurales, las celebraciones eran especialmente coloridas. Los “pastorelas”, representaciones teatrales del viaje de los pastores hacia el nacimiento de Jesús, se realizaban con un toque único: música de jarana, versos improvisados y disfraces vistosos.

Además, la figura del “viejo” o “año viejo” se popularizó en el último día del año, cuando muñecos de trapo rellenos de paja o cartón eran quemados como símbolo de despedida de los malos momentos.

Con el paso del tiempo, las tradiciones han evolucionado, pero muchas se mantienen vivas, adaptándose a los contextos urbanos y turísticos del estado.

La luz de las calles

Hoy en día, las ciudades veracruzanas se llenan de luces y adornos. En el puerto de Veracruz, la Plaza de Armas y el malecón se iluminan con decoraciones navideñas, mientras que en Xalapa y Orizaba se instalan impresionantes nacimientos y árboles monumentales.

El son jarocho y las décimas improvisadas se han sumado a los villancicos tradicionales, creando un repertorio musical que mezcla el folclore con el espíritu navideño. En algunas comunidades, los “ranchos de Navidad conservan las serenatas nocturnas, en las que los músicos visitan las casas para llevar alegría.

Si bien los platillos tradicionales se mantienen, como el bacalao a la veracruzana y los tamales, también han llegado nuevos elementos como el lomo mechado o el pastel de Navidad. El pan de cazón y los mariscos son opciones populares en las zonas costeras, dando un toque veracruzano a las cenas festivas.

A lo largo de los años, la Navidad en Veracruz se ha convertido en una mezcla de historia, tradición y creatividad. En cada rincón del estado, las costumbres reflejan la calidez de su gente y su capacidad para reinventarse sin perder la esencia.

Hoy, la Navidad en Veracruz no solo es una celebración religiosa o familiar, sino también un símbolo de unión comunitaria y un recordatorio del legado cultural que enriquece a México.

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