Alarma en la Huasteca de Veracruz por invasión de gusanos verdes y barrenadores
Campesinos piden atención urgente para frenar daños en cultivos y preservar agentes polinizadores
La presencia masiva de gusanos verdes y barrenadores ha encendido las alarmas en ranchos y comunidades agrícolas de la región norte de Veracruz, afectando severamente árboles frutales, maderables y cultivos como las milpas de la Huasteca.
De acuerdo con Sergio Ruiz Valencia, citricultor de Tihuatlán, los daños han sido significativos en árboles de naranja, jobo y cedro, entre otros, y urgen medidas inmediatas por parte de las autoridades agropecuarias y ambientales para contener la plaga. Gerardo Pérez Jiménez, subagente municipal de Reforma Escolín, Papantla, destacó que la comunidad está en alerta y ha solicitado la intervención de especialistas en sanidad vegetal, pero hasta ahora no se han implementado acciones concretas.
Aunque los campesinos esperan que el ciclo natural de las orugas concluya pronto, la gravedad de las afectaciones hace imperativo el apoyo institucional. Sin embargo, el investigador del Instituto de Ecología (Inecol), Orlik Gómez García, advierte que la fumigación, una posible medida considerada por los habitantes, podría agravar el problema al eliminar también agentes polinizadores clave como abejas, aves, mariposas y murciélagos, esenciales para la cadena productiva agrícola.
Los campesinos piden que se realicen supervisiones en campo y se brinde capacitación para mitigar el impacto de esta plaga sin comprometer el equilibrio ecológico. Según testimonios locales, los daños ya son considerables, aunque aún no se han cuantificado oficialmente.
La situación afecta principalmente a localidades de Tihuatlán y Papantla, dos de los municipios más productivos de la región. Sin una pronta respuesta, el daño podría escalar, poniendo en riesgo tanto la economía local como el equilibrio ambiental.
Especialistas y habitantes coinciden en la urgencia de aplicar medidas que combinen control biológico y prácticas agrícolas sostenibles, evitando el uso indiscriminado de químicos que podrían tener repercusiones a largo plazo en el ecosistema de la región norte de Veracruz.