El Acuario de Veracruz, un tesoro marino que ha cautivado a visitantes de todas las edades, tiene una historia que se remonta a finales de la década de 1980. Ante la necesidad de crear un espacio donde se pudiera apreciar la rica biodiversidad marina de la región y fomentar el turismo, surgieron las primeras conversaciones con el gobierno estatal.
Tras varios años de planificación y construcción, este anhelo se hizo realidad. El 13 de noviembre de 1992, el Acuario de Veracruz abrió sus puertas al público, ofreciendo una fascinante ventana al mundo submarino. Desde ese momento, se convirtió en un referente turístico y educativo, donde miles de personas han podido conocer de cerca a diversas especies marinas y tomar conciencia sobre la importancia de conservar nuestros océanos.
Ubicado en el antiguo Playón de Hornos, el acuario se ha consolidado como uno de los más importantes de México. Sus amplias instalaciones albergan una gran variedad de ecosistemas marinos, desde arrecifes coralinos hasta manglares, permitiendo a los visitantes sumergirse en la belleza y diversidad de la vida marina.
A lo largo de sus más de tres décadas de existencia, el Acuario de Veracruz ha sido testigo de constantes mejoras y ampliaciones, siempre con el objetivo de ofrecer una experiencia cada vez más enriquecedora a sus visitantes. Hoy en día, sigue siendo un lugar de encuentro entre la naturaleza y la cultura, donde la educación y la conservación van de la mano.
