Lucía Zárate, la veracruzana que se hizo famosa en circos de todo el mundo por su diminuta estatura
En el Cementerio Particular Veracruzano, se encuentran unas hermosas tumbas que siempre atraen la atención debido al arte en mármol que las adorna.
Estas tumbas son el legado de los padres de una mujer que se convirtió en un personaje de renombre internacional.
Lucía Zárate, considerada la mujer más pequeña del mundo, nació el 2 de enero de 1864 en Úrsulo Galván y pasó su vida en Cempoala. Al alcanzar la edad de 17 años, su altura máxima fue de tan solo 51 centímetros.
Lucía Zárate fue contratada por un circo en los Estados Unidos, lo que le permitió viajar y ganar una considerable cantidad de dinero con la que ayudó a su familia.
Aparentemente, ella mandó construir los mausoleos en honor a sus padres, los cuales todavía se encuentran en el Cementerio Particular Veracruzano y destacan por su exquisito arte en forma de esculturas.
Lucía Zárate logró triunfar en Europa, donde recibió el aplauso y el reconocimiento de personalidades como la reina Victoria y el zar Nicolás de Rusia. Lamentablemente, su vida fue breve, ya que falleció a la edad de 25 años.
Las crónicas de su vida cuentan que, al dar a luz a esta pequeña criatura de apenas 17 centímetros, los médicos no tenían muchas esperanzas para sus padres, Fermín Zárate y Tomasa Licona, quienes eran personas de estatura normal y tuvieron otros tres hijos, uno de los cuales también tenía baja estatura y se llamaba Manuel. Desafortunadamente, Manuel no pudo sobrevivir y “murió pronto de una enfermedad tropical”.
El crecimiento de Lucía se detuvo cuando tenía entre 5 y 7 años, alcanzando una estatura de 50.8 centímetros.
A los 17 años, con un peso de 2.1 kilos, fue reconocida en el Libro Guinness de los Récords como la “persona adulta más pequeña del mundo”. Además, fue la primera persona identificada con enanismo primordial osteodisplásico microcefálico Tipo II (Majewski Osteodysplastic), una enfermedad que afecta el crecimiento sin alterar las proporciones físicas, excepto por la nariz, que seguía creciendo de manera normal.
Un artículo de la prensa estadounidense en 1876, con motivo de su presentación en Filadelfia, destacó su nariz prominente al describirla: “Su cabeza, del tamaño aproximado del puño de un hombre, está bien formada y tiene el pelo marrón y suave. Lo único que se sale de proporción es la nariz, que parece la de una mujer de tamaño normal. Tiene ojos negros brillantes, es inteligente y conversa, en la lengua de sus padres, con una graciosa vocecita”.
A los 12 años, Lucía se presentó en una exposición médica organizada por la Universidad de Oxford, donde varios profesionales de la medicina determinaron que su desarrollo dental correspondía al de una niña de seis años.
Luego de su éxito en Filadelfia, su familia conoció a Frank Uffner, quien se hizo cargo de la carrera artística de Lucía.
Viajaron por todo Estados Unidos, y Uffner la presentó en el famoso circo de PT Barnum, donde participó en un acto llamado las “Hermanas de hadas” y compartió el escenario con otro liliputiense famoso, el General Mite, con quien mantuvo una relación amorosa.
Durante sus giras, Lucía viajaba acompañada de un séquito que incluía una asistente personal, una traductora, una cocinera y algunos de sus hermanos de estatura normal. Llevaba consigo cajas de ingredientes para preparar la comida que su delicado organismo toleraba, una extensa colección de joyas y baúles con su ropa diminuta.
En 1884, Lucía regresó a Estados Unidos y decidió dejar el circo de Barnum para formar su propia compañía y continuar con sus presentaciones de manera independiente. Sin embargo, en 1890, a la edad de 25 años, Lucía Zárate falleció.
Viajaba en tren hacia San Francisco con su familia cuando una fuerte tormenta de nieve los dejó varados en las montañas durante 13 días. La pequeña Lucía murió de hipotermia el 28 de enero de ese año, después de padecer problemas intestinales debido a la única comida disponible, carne enlatada. Fue sepultada en Estados Unidos.
