Magdaleno Bautista, residente de la Congregación Anáhuac en Pueblo Viejo, Veracruz, hizo un descubrimiento extraordinario en su propio patio: un manantial de agua dulce, fresca y cristalina que ha estado brotando durante los últimos 5 días, brindando un invaluable regalo a la comunidad local.
El asombroso hallazgo tuvo lugar en la calle Pino Suárez y Flores Magón, en el sector Conchero, donde don Magdaleno decidió escarbar basándose en una antigua indicación de su madre sobre la posible presencia de agua subterránea en el lugar.
Tras varios días de trabajo, logró dar con el venero de agua y, junto con su yerno, instaló un pequeño filtro para garantizar la calidad del líquido.
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Desde entonces, don Magdaleno y su familia han dedicado sus esfuerzos a compartir este regalo con la comunidad, donando aproximadamente 300,000 litros de agua a quienes lo necesiten. Sin pedir nada a cambio, han abierto sus puertas para que vecinos y visitantes puedan llevarse el agua limpia y fresca que brota del manantial.
