El ‘Spider-Man francés’ escala un rascacielos sin arnés ni cuerdas

El legendario escalador francés, Alain Robert, también conocido como el “Spider-Man” debido a sus hazañas vertiginosas, sin arnés ni cuerdas, ha vuelto a dejar boquiabiertos a los espectadores. Esta vez, a sus 61 años, decidió mostrar su apoyo a Filipinas escalando los 47 pisos del imponente rascacielos de 217 metros de altura perteneciente a GT Capital en Manila.

Desafiando la gravedad y deslizándose con la destreza característica, Robert ascendió tranquilamente hasta la cima del edificio, que ostenta el título de ser el décimo más alto en Filipinas. Sin embargo, su descenso no fue tan pacífico, ya que una vez en la acera, fue detenido por las autoridades locales.

Este acto, aunque no es nuevo para Robert, ya que ha sido arrestado en más de 150 ocasiones en diversos países por actividades similares, no deja de asombrar por su valentía y determinación. El escalador, que ha dejado su huella en innumerables estructuras icónicas en todo el mundo, desde el Burj Khalifa en Dubai hasta la Torre Agbar en Barcelona, explicó su gesto como un recordatorio de la soberanía de Filipinas en el disputado Mar de China Meridional.

“Sé que hay tensión en el mar de Filipinas y solo quiero recordar que el mar y las islas pertenecen a Filipinas y a nadie más”, enfatizó Robert, quien ha sufrido múltiples fracturas óseas debido a caídas de hasta 15 metros en el transcurso de su carrera.

Este acto de solidaridad con Filipinas, inmersa en un litigio territorial con China por áreas marítimas en el Mar de China Meridional, pone de relieve la pasión y el compromiso de Robert con las causas que considera justas. A través de sus escaladas, no solo desafía la gravedad, sino que también alza la voz por la justicia y la soberanía de las naciones.

A pesar de las implicaciones legales y los riesgos físicos, Alain Robert continúa siendo un símbolo de valentía y determinación, recordándonos que, a veces, las mayores alturas solo pueden ser alcanzadas cuando se tienen los pies bien plantados en principios firmes.