Francia investiga presunto “envenenamiento” de periodista rusa

Las autoridades de París han iniciado una investigación por “sospecha de envenenamiento” en el caso de la periodista rusa Marina Ovsiannikova.
Marina Ovsyannikova, una periodista y activista rusa, se hizo conocida por su postura en contra de los ataques rusos en medio del conflicto bélico, al exhibir un cartel en vivo condenando la ofensiva del presidente Vladimir Putin. La periodista huyó de Rusia en octubre de 2022.
🇨🇵🇷🇺 | ÚLTIMA HORA: La periodista rusa Marina Ovsiannikova, quien es recordada por organizar una protesta en la TV de Rusia contra Putin por la invasión a Ucrania, está "enferma" después de tocar una sustancia en polvo que le colocaron afuera de su apartamento en Francia.
— Alerta Mundial (@AlertaMundial2) October 12, 2023
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Christophe Deloire, el secretario general de Reporteros Sin Fronteras, informó a través de Twitter que Marina Ovsyannikova se sintió mal mientras estaba en la calle por la mañana y recibió atención de un equipo de la organización.
De acuerdo con varios medios internacionales, la periodista se enfermó después de tocar una sustancia en polvo que estaba afuera de su departamento de Francia.
Por ello, se inició una investigación por sospecha de envenenamiento, aunque no se han proporcionado detalles concretos sobre el incidente en este momento.
Se han tomado muestras en su domicilio, y la fiscalía de París ha confirmado la apertura de la investigación.
Marina Ovsyannikova, la periodista presuntamente ‘envenenada’
En un desarrollo previo, un tribunal de Moscú condenó a Marina Ovsyannikova a ocho años y medio de prisión en su ausencia por protestar contra la guerra de Rusia en Ucrania.
Este caso es el último episodio de una larga campaña de represión contra la disidencia que se intensificó tras la invasión de Ucrania hace 20 meses. Ovsyannikova fue acusada de propagar información falsa sobre el ejército ruso, un delito tipificado en una ley adoptada poco después de que Rusia enviara tropas a Ucrania.
En julio de 2022, Marina Ovsyannikova organizó un piquete en Moscú sosteniendo un cartel que decía “(El presidente de Rusia Vladímir) Putin es un asesino.
Sus soldados son fascistas. 352 niños han sido asesinados (en Ucrania). ¿Cuántos niños más tienen que morir para que pare?”.
A raíz de esta acción, fue detenida y puesta bajo arresto domiciliario, pero logró escapar a Francia junto a su hija. Las autoridades rusas la incluyeron en una lista de personas buscadas y la juzgaron en ausencia.
El caso de Ovsyannikova ejemplifica la represión en Rusia, donde miles de personas han enfrentado sanciones económicas y cientos han sido acusadas de delitos por criticar abiertamente o protestar contra la guerra en los últimos 20 meses.
El Kremlin ha empleado una ley que prohíbe las críticas a lo que describe como una “operación militar especial” para perseguir a figuras de la oposición, activistas de derechos humanos y medios de comunicación independientes.
Esto ha llevado a largas penas de cárcel para los críticos más prominentes, la suspensión de actividades de grupos de derechos y la censura de medios independientes, lo que ha forzado a muchos periodistas independientes a abandonar el país debido a temores de persecución.