Jenni Hermoso, jugadora de fútbol internacional española, declaró ante la Fiscalía por el Caso Rubiales que el beso que recibió del entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, después de la final del Mundial femenino no fue consensuado. Según Hermoso, no se sintió respetada “ni como jugadora ni como persona”, y desde entonces le resulta “muy difícil” salir de casa.
Durante su testimonio en la Audiencia Nacional, Hermoso expresó que no tuvo tiempo para reaccionar porque no se esperaba esa actitud de Rubiales. La situación fue breve, pero ella no se sintió cómoda en ningún momento. Además, afirmó que se sintió desprotegida como jugadora y trabajadora de la Federación y que la experiencia manchó su imagen.
Hermoso describió el momento del beso durante la ceremonia de entrega de medallas, donde, tras saludar a la reina Letizia y a su hija, se encontró con Rubiales. Después de un abrazo, él le dijo: “Este Mundial lo hemos ganado gracias a ti”, y a continuación, la besó sin su consentimiento.
Ante la pregunta de si tuvo capacidad de reacción, Hermoso respondió que no lo esperaba en ese contexto de celebración de un Mundial ganado y que no buscó ese momento. Después del beso, compartió lo sucedido con sus compañeras Alexia Putellas e Irene Paredes.
Cuando se le preguntó si el beso fue consentido en algún momento, Hermoso respondió de manera tajante con un “no”. También, cuando se le preguntó si se sintió “violentada o violada”, afirmó que sí, detallando que se sintió no respetada ni como jugadora ni como persona.
El caso Rubiales continúa con las comparecencias de otros implicados, como el exseleccionador femenino de fútbol, Jorge Vilda, y el director de Mercadotecnia de la Federación Española, Rubén Rivera, ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, quien investiga al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones a la futbolista Jenni Hermoso.