La historia geológica del Pico de Orizaba: así se formó el volcán más alto de México
El Pico de Orizaba, el más alto de México, destaca por su majestuosidad e historia geológica, resultado de millones de años de actividad volcánica.

El Pico de Orizaba, conocido también como Citlaltépetl, es la montaña más alta de México y la tercera de América del Norte. Su imponente figura no solo es un referente cultural y geográfico, sino también un testigo de la compleja historia geológica que ha dado forma a su estructura actual.
Este volcán, ubicado entre los estados de Veracruz y Puebla, ha sido moldeado por millones de años de actividad tectónica y eruptiva. El origen del Pico de Orizaba se remonta al Pleistoceno, hace aproximadamente 1.5 millones de años.
Durante este período, el movimiento de las placas tectónicas y la subducción de la placa de Cocos bajo la placa de Norteamérica generaron condiciones ideales para el vulcanismo. Las primeras erupciones dieron lugar a una base volcánica que, con el tiempo, fue acumulando materiales lávicos y piroclásticos, formando la estructura cónica que hoy conocemos.
A lo largo de su historia, el volcán ha experimentado erupciones significativas que han transformado su paisaje. Una de las más importantes ocurrió hace unos 8,000 años, cuando una violenta explosión provocó el colapso parcial del cono, dejando una gran caldera que posteriormente se rellenó con nuevas emisiones de lava.
Este ciclo de destrucción y reconstrucción es característico de los estratovolcanes como el Pico de Orizaba. Hoy en día, el Pico de Orizaba se considera un volcán potencialmente activo, aunque su última erupción registrada ocurrió en el siglo XIX.
Además de ser un destino popular para los alpinistas, también es objeto de estudio para los geólogos, quienes analizan su actividad y sus implicaciones en la región. Este gigante de hielo y fuego es un recordatorio vivo de las fuerzas que continúan moldeando nuestro planeta.