Pobreza alimentaria en Veracruz: un desafío que necesita la ayuda de todos
A pesar de la prosperidad en algunas ciudades, miles de veracruzanos enfrentan dificultades para alimentarse diariamente
Veracruz ocupa una alarmante tercera posición a nivel nacional en cuanto a pobreza alimentaria, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Este dato refleja la profunda desigualdad que persiste en la entidad, donde miles de personas luchan por cubrir sus necesidades más básicas, a pesar del crecimiento económico en ciertas zonas.
El Banco de Alimentos de Veracruz, bajo la dirección de Darío Jiménez Romero, ha asumido un papel crucial en esta crisis. Mensualmente, esta institución apoya a más de 30 mil personas en la zona conurbada y en 17 municipios cercanos. Sin embargo, el reto sigue siendo monumental, y su éxito depende en gran medida del apoyo de la comunidad.
Colonias populares como La Pochota, Acosta Lagunes, Las Torres, 16 de Septiembre y Chalchihuecan concentran la mayor cantidad de beneficiarios, donde familias enteras dependen de productos como arroz, frijol, aceite y alimentos no perecederos que el Banco de Alimentos distribuye. Si bien algunas personas logran salir de esta situación, otras requieren ayuda de manera permanente.
Uno de los factores que ha agravado la pobreza alimentaria en Veracruz es el aumento en el precio de la canasta básica, lo que ha dificultado aún más el acceso a alimentos para las familias de bajos recursos. Ante esta situación, es crucial que la comunidad se sume a los esfuerzos del Banco de Alimentos donando lo que esté a su alcance.
La pobreza alimentaria es un problema multicausal, y solo con la colaboración de todos se podrá avanzar en la lucha contra el hambre en Veracruz. Donar productos básicos y no perecederos es una forma de hacer una diferencia en la vida de quienes más lo necesitan.